Se comprende fácilmente la importancia de esta Ley, sometida a continuos cambios precisamente por su incidencia en aspectos básicos de la economía nacional, si se tiene en cuenta que es la norma principal encargada de regular la gestión del transporte por carretera, en general. Como tal, cubre aspectos tanto de ordenación de servicios públicos de traslado de viajeros, como transporte de mercancías y normas de acceso a la profesión de transportista.
Una normativa de transporte terrestre marcada por el mercado único europeo
Dada la importancia fundamental del transporte en el crecimiento económico y la vitalidad social, la movilidad en el mercado interior es vital. El transporte representa cerca del 7% del PIB, cuestión que justifica la existencia de una normativa que cumpla con requisitos de seguridad, protección al medio ambiente y reducción de los costes.
Esta importancia y la evolución técnica del sector ha provocado intensa proliferación de leyes. Pero, sin duda, la entrada en funcionamiento del mercado único y la eliminación de fronteras interiores en la Unión Europea ha sido determinante para fijar una normativa adaptada a esa nueva situación.
Entre sus aspectos fundamentales, la LOTT establece normas de aplicación general a todos los transportes por carretera y ferrocarril, pues el Gobierno nacional se reserva la política general de transportes, aunque admite flexibilidad en ciertas regulaciones autonómicas. En esta dirección, la Ley ha creado la Conferencia Nacional de Transportes, con representación de Estado y Comunidades.
Igualmente, fija las autorizaciones administrativas previas necesarias para cualquier tipo de transporte e instituye las autorizaciones de tipo especial que afecten a transporte de mercancías peligrosas y otros supuestos excepcionales.
La Ley marca también los requisitos necesarios para obtener la capacitación de transportista profesional, las obligaciones de los mismos y las sanciones aplicables ante la vulneración de las normas. Se delimitan también la realización de inspecciones y la fijación de las correspondientes infracciones, estableciendo un régimen que distingue entre las de carácter “muy grave”, “grave” o “leve”.
La incidencia de las últimas modificaciones de la Ley de Transportes Terrestres en el sector logístico
La incidencia directa sobre empresas de transporte por carretera, no en territorio nacional, sino también de carácter internacional, justifica el interés con el que el sector de la logística atiende a los cambios introducidos en esta Ley de Transporte Terrestre.
En este sentido, las últimas modificaciones de importancia se remontan al primer trimestre del año anterior, afectando fundamentalmente al transporte de mercancías y al profesional encargado del mismo.
Quizás la principal novedad sea la desaparición de la diferenciación entre conceptos de carga completa y fraccionada. Así, si el transportista se encarga de la carga y descarga de la mercancía, asume responsabilidad completa sobre la misma, sin posibilidad de fraccionar esa responsabilidad. Igualmente, salvo indicación contraria, el cargador será el responsable del pago al transportista, haciéndose responsable subsidiario de un posible impago por parte del destinatario y siempre en un plazo de 30 días.
Es importante indicar que la nueva normativa admite la variación del precio del transporte en función de las posibles fluctuaciones del coste del gasóleo.
Reglamento Ordenamiento Transporte Terrestre actualizado a julio de 2013